domingo, 13 de mayo de 2007

Esos dibujos los conozco.

Bueno, después de un tiempo sin escribir en el blog habrán pensado que me olvide. Pero no, afortunadamente, me ha faltado el tiempo necesario: entre los ajetreos de mis funciones en la E.A.H., el trabajo para Italia y otras cosas que no se conectan con la historieta, al fin he encontrado un hueco para compartir otra anécdota.
Es extraño como a veces las fechas se nos van desdibujando y tenemos que recurrir a hechos que recordamos como simultáneos para mas o menos datar los sucesos. Por eso, no estoy muy seguro si era el año 1990 ó 1991, pero lo cierto es que aún la revista “HORA CERO” (La Urraca) no estaba en las calles.
Como muchos sabrán, durante años tuve que repartir mi tiempo entre la escritura de guiones y la reparación de fotocopiadoras. ¿A que viene esto? Mucho, ya verán. En esos años, la empresa donde trabajaba tenía una sucursal frente al Hospital Güemes de Haedo, vías de Ferrocarril de por medio (hoy hay una farmacia). Allí teníamos local de ventas y servicio técnico. Como en el hospital funcionaba una escuela de enfermería y no existían locales de fotocopias en la zona, decidimos disponer de una de las fotocopiadoras para atención al público. De paso, se hacían unos mangos extra para solventar los pequeños gastos cotidianos. Cierto día, la secretaria estaba realizando copias y me llama porque se le atascó un papel y no podía retirarlo. Me acerco al salón de ventas, le soluciono su problema y me quedo esperando a que todo funcionara bien. El cliente era un señor bajito (al menos, mas bajo que yo) y de barba. De puro curioso, veo que estaba fotocopiando. Y me llevo la gran sorpresa: unas eran ilustraciones que John Tenniel hizo para la edición de “Alicia en el País de las Maravillas”; las otras, cargadas de negro y clima denso, me resultaban muy familiares. Tanto que me hacían recordar al dibujante de “Nekrodamus”. Y no me equivoque: en una de las viñetas estaba su firma característica. Nervioso, pero también con eufórica admiración, me atreví a preguntar: ¿usted es Horacio Lalia?
Así fue como conocí a Horacio: no fue en una editorial, no nos presento ningún editor. Simple coincidencia de tiempo y espacio... o casualidad, dirán algunos. Años después vendrían los tiempos de “Hacha” y “Belzarek”, junto a otros proyectos que soñamos realizar y que aún esperan su momento de tornarse realidad.
Horacio estaba fotocopiando los dibujos de Tenniel para incluirlos como collage en la historieta. Historieta que, al verla publicada, supe era el primer episodio de “Inspector Bull”. Curiosamente, el guionista era Carlos Albiac, con quien tengo el agrado de compartir tareas en la E.A.H.
Al local también vino, recomendado por Horacio, Walter Taborda. En ese tiempo preparaba uno o unos trabajos para “La Parda”. No, si en cualquier momento me cruzo a Kate, o a Jack, o a Locke, o a Sawyer...
Es que el mundo de la historieta es un pañuelo muy, muy pequeño. Tanto, que seguramente nos vamos a ver en Campana.



¡Hasta la próxima!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esas histiorias que ponés en tu blog están re copadas, esos tipos de encuentros... casuales, te han servido bastante bien.
Con mi hermano no vamos a poder ir a Campana, por unas complicaciones de último momento. Nos vamos a tener que quedar con las ganas, pero bueno, capaz que en una de esas nos damos una vuelta por la EAH para saludar. Es una lástima que en el interior no haya el movimiento historietístico que hay por esos lados, porque lectores y fanáticos, al menos por acá, también hay pero no se ponen, falta algo de iniciativa y entusiasmo quizá.
Bueno Gustavo saludos desde Entre Ríos Emiliano y Sebastian Baez

Daniel Puch dijo...

Como andas Gustavo? tanto tiempo.
Encontre tu blog por aca y te mando un saludo.
A Lalia tuve la suerte de conocerlo por Mallea y el Moskito, ellos me llevaron a su casa a conocerlo y la verdad que es un genio el tipo.

Un abrazo
Daniel